Las estrategias que nos ayudan a planificar el marketing de tu empresa o marca personal han cambiado para siempre.
En la revolución industrial fue el tren el que lo cambió todo y en la revolución digital un botón para compartir instantáneamente información. La capacidad de compartir cambia la velocidad de entender el mundo y la globalización.
Para las empresas tener la capacidad de informar de manera inmediata a sus posibles clientes de cualquier oferta o nuevo producto es un poder impresionante. Pero no todos contamos con esa capacidad. Me explico, no todas las empresas son Coca-Cola. Las Pymes y empresas medianas pueden gastar relativamente poco dinero y tener una comunicación eficiente con sus clientes.
Las empresas medianas pueden aportar al cliente. El contenido a través de redes sociales puede ser de gran valor para el cliente. Estas acciones son marketing de contenidos o inbound marketing. El mercado de la publicidad, tradicionalmente, ha consistido en crear un anuncio para cierto target de cliente. Ahora la segmentación el proceso de selección facilita la creación de contenido. Además, ya puedes dirigirte a tu cliente directamente con lo que busca. Por ejemplo, ahora podemos crear contenido avanzado para un cliente muy formado o profesional de nuestro mercado. La televisión no es el aparato protagonista de nuestra comunicación con el mundo. El móvil ha ganado la batalla, un aparato interactivo que va siempre con nosotros conectado a toda la información. Pero podemos ir más allá gracias a las posibilidades de los relojes, auriculares y altavoces inteligentes junto con la geolocalización.
Con Acciones de contenido potencialmente viralizable, el receptor (cliente) está tan interesado como una empresa en compartir y aportar a otros. Si lo hacemos bien, podemos considerarlo nuestro comercial gratuito o un evangelizador mejor que tu abuela. Se ha demostrado en un estudio reciente que el concepto de compañías como Apple se aloja en el celebro de algunos clientes en el mismo lugar que la religión. Además, que los anuncios no se limitan en tiempo como tradicionalmente pasa en los medios, puede verse infinitas veces.
Desde Comviral apostamos por la emoción. Coca-Cola nos vende felicidad y no refrescos. Si le quitáramos la marca a los anuncios, seria los reyes de las cuentas en redes de frases motivadoras. Cualquier obra audiovisual debe hacer sentir algo al espectador, pero la dificultad es añadida en publicidad. El contenido ha sido, tradicionalmente, más corto y la creatividad se ha exprimido hasta la máxima expresión.